Oración para transformar nuestra vida

Arcángel URIEL: El fuego o la Llama de Uriel trasforma, purifica cualquier situación que haya en nuestras vidas. Nos libera de caer en la pasión del odio, la ira y la impaciencia; también nos protege de malas personas y derrama en nuestro corazón y en el alma de los que nos rodean el Amor dulce, suave y sereno.

Oración a Uriel

“San Uriel rodéanos con el Cinturón de Fuego,

Ven en nuestra ayuda con tu Ejército Celestial.

Y enséñanos a vivir y hacer como ha hecho Jesús, aquí en la tierra. 

Amén”.

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“OH. Dios que con inefable providencia te dignas enviar a tus santos ángeles para nuestra guarda, accede a nuestros ruegos y haz que seamos siempre defendidos por su protección. Señor, que nos confías a tus Ángeles para que nos guarden en todos nuestros caminos, concede propicio que por intercesión de tu glorioso Arcángel San Uriel nos veamos libres de los peligros presentes y asegurados contra toda adversidad. Glorioso Arcángel San Uriel, poderoso en fortaleza imploro tu continua custodia para alcanzar la victoria sobre todo mal espiritual o temporal. Protector mío concédeme la gracia que te solicito (se pide la gracia deseada) si es conveniente para el bien de mi alma, acompáñame, enséñame y guía mis pasos hasta alcanzar aquí la vida eterna. Poderosísimo Arcángel Uriel, tu que eres la luz de Dios, ayúdame a espiritualizar mi vida diaria, ponme en armonía con la Madre Tierra, respetándola y amándola. Bendíceme con tu don de abundancia material y espiritual, ayúdame a materializar mis ideales y haz que mi cuerpo sea un Santuario digno de recibir y manifestar el poder de Dios” 

Amén.

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A ti acudo para que me des el valor que necesito en momentos de angustia, 
para que me des la fortaleza para hacer frente a cualquier reto
o enemigo que se me presente a lo largo de mi jornada.

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Pedidos de dinero

Adorado Uriel Arcángel de la providencia, Desde que me asistas en el camino hacia la prosperidad Con tu presencia bienhechora y abundante, Ayúdame a poner la suerte a mi favor, Que tu luz se derrame sobre lo poco que poseo para extender mis bienes (o conservarlos), Uriel adorado ¡ayúdame! Yo te agradezco a ti, Uriel Tu bendición y tu luz sobre mi y lo mío, Por tu infinita bondad al escuchar mi pedido.